Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado. (Juan 17:3)
La vida eterna consiste en conocer al Dios verdadero. ¿A quién adoras?, ¿quién es tu Dios?, ¿acaso adoras a otro?
No tendrás dioses ajenos delante de mí. (Éxodo 20:3)
Nuestro Dios es celoso y exige de nosotros que le adoremos únicamente a Él.
Si estudiamos cuidadosamente la Biblia, podemos darnos cuenta, de que en toda la Sagrada Escritura se nos presenta dos Seres, a los cuales debemos ofrecerles nuestra adoración (Dios el Padre y Dios el Hijo).
En el Antiguo Testamento el Hijo de Dios lo conocemos como: el Espíritu de Dios (Génesis 1:2, Job 33:4), el Espíritu de Jehová (Jueces 3:10), el Ángel de Jehová (Génesis 16:3), el Ángel del Pacto (Malaquías 3:1), el Varón vestido de lino (Ezequiel 9:11), Miguel (Daniel 10:13), Jehová (Éxodo 23:20, 21; Zacarías 3:2), de esta manera vemos que el Hijo de Dios, ha asumido diferentes roles, con distintos nombres.
De Cristo es que habla toda la escritura como el único representante de Dios Padre en la tierra: Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis. ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único? No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. (Juan 5:43-46)
Zacarías 6:12, 13 Y le hablarás, diciendo: Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotará de sus raíces, y edificará el templo de Jehová. El edificará el templo de Jehová, y él llevará gloria, y se sentará y dominará en su trono, y habrá sacerdote a su lado; y consejo de paz habrá entre ambos.
Juan 8:16, 17 Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre. Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.
Juan 14:6 Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
1ª Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.
1ª Juan 1:1-3 Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.
1ª Juan 5:11,12 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
Gálatas 4:6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: !!Abba, Padre!
1ª Juan 2:22-24 ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre. Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
Mi oración es la siguiente: Juan 17:20, 21, 23
Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.
|